Primer robot da vinci en Galicia
El Hospital San Rafael de A Coruña es desde hoy el primer hospital de Galicia en disponer de un robot para la realización de procedimientos quirúrgicos. Se trata de la última generación del Sistema da Vinci, denominado Xi, un equipamiento de alta tecnología especialmente apto para realizar intervenciones de urología con la mínima invasión del paciente. Además, en un futuro cercano, permitirá realizar, de una forma más óptima que hasta ahora, operaciones por un solo orificio gracias a la aplicación de la tecnología Single Port (SP).
El nuevo robot da Vinci Xi incorpora importantes novedades en su estructura que abren la puerta a realizar un gran número de intervenciones desde un abordaje mínimamente invasivo y con una mayor precisión en relación a la laparoscopia convencional. Su estructura de brazos quirúrgicos suspendidos, junto con una plataforma móvil, permite abordar la cirugía desde ángulos que con otros robots no era posible. Esta funcionalidad posibilita colocar el carro quirúrgico en cualquier posición alrededor del paciente y acceder a los cuatro cuadrantes anatómicos. Esto se traduce en mayor capacidad de maniobra, lo que ofrece al cirujano un mayor y mejor acceso a la zona a operar.
El robot, además, está dotado con unos brazos más pequeños y delgados y con nuevas articulaciones que ofrecen una capacidad de movimiento muy amplia. La mayor longitud de los instrumentos permite un gran rango operativo. Otra característica destacable del nuevo modelo es la fluorescencia, mediante la cual el cirujano puede ver la vascularización de los órganos en tiempo real.
La mejora en la visibilidad y la calidad de las imágenes durante la intervención son gracias a la nueva estructura del robot da Vinci Xi: las nuevas cámaras endoscópicas de 8 mm de diámetro 3D HD se pueden colocar en cualquiera de los brazos robóticos, ampliando así los ángulos de visión y se pueden cambiar de posición durante la cirugía.
Este nuevo sistema suma las ventajas de la cirugía mínimamente invasiva, que básicamente se traducen en menor agresividad para el paciente en comparación con la cirugía abierta, la visión tridimensional y la mayor maniobrabilidad de los instrumentos, superior, incluso, a la de la mano humana.